JUANA DE IBARBOUROU
poema de Antranik Manoukian
La bella y suspirada amazona de un día
un día fue al Olimpo de los dioses. Confusa
regresó del ensueño, y a su lira difusa
(cuyas cuerdas de oro la Titania bruñía
y ese Puck destemplaba), engarzaba poesía
en la sacra región en donde el sátiro acusa,
cuando oyera una ninfa que demente e ilusa
más allá de las frondas como loca reía.
Y Juana, que una vez se creyó una amazona,
ceñidas las sandalias y una fresca corona,
corrió hacia esos bosques con ansiosa premura.
Y vio que aquélla ninfa, la risueña, la histérica,
no era sino Juana, ¡nuestra Juana de América!,
que ilusa divagaba en su divina locura.
D. R.
Comentarios & Opiniones
Una joya has echo brillar en tus letras! felicidades y saludos cordiales.
Caballero, esta comunicad se deleita con vuestras letras; las cuales una a una son pasos suaves sobre la fresca maleza recién sesgada.
Guardo tan selecta obra en mi baúl.
Reciba mi admiración y mis cordiales saludos
..."Y vio que aquélla ninfa, la risueña, la histérica,
no era sino Juana, ¡nuestra Juana de América!,
que ilusa divagaba en su divina locura."
Muchas gracias por pasar, Ángel! Que tengas buen día.
Admirada Penny, muchísimas gracias por tan esmeradas y sinceras palabras. saludos cordiales!
Muchísimas gracias, Silvia, por su amable comentario! Saludos!
Estimada Dama Azul, teniéndome tan malacostumbrado a recibir sus sinceras palabras de elogio, le agradezco como siempre esas lindas palabras que siempre inyectan a uno ganas y estímulos de seguir progresando. Mis saludos cordiales le mando, amiga!
Maravillosa ODA a tan merecida portisa!!! GRACIAS
Muchísimas gracias, Maria del Rocío. Saludos cordiales!