La hoz

Febrero desliza su nostalgia en mi piel pero sigo cabalgando como guerrero silencioso.Sin importar que a cuestas arriba me espera lo más incierto o la volatilidad de una incomprensible vida.
Voy con riesgos asumidos y sueños que se barajan hacia cualquier otra parte, cae una pequeña lágrima imperceptible de estos quebrados ojos, un fuego hace arder la llama y la esperanza se transmuta hacia ese lugar dónde suenan las campanas.
Hoy deja cortar la hierba y construye una vez más todo lo que el corazón resista .