Contaos cuentos

Aquí también nacen las flores,
unas se perfilan de ceniciento amarillo;
mientras otras van tiñendo de escarlata sus nauseabundos pétalos,
como quien esquiva los momentos,
como quien le dice adiós al viento o al juego del tiempo.
Pero las flores olvidan que son flores.

Aquí también hay pequeños que corren por las veredas,
mientras baila la luz traspasando cada semáforo diurno.
Igual nacen las estrellas en pleno despertar noctámbulo,
hay muchos que anda a pie, unos más a caballo,
aunque también hay otros que aman las ruedas,
para estos últimos sólo existe el tiempo.

Aquí también se ven mis abuelos, esos que la vida ya dejó
sí "esos" y no ellos, porque humanamente la vida los dejó.

Pero también nacen los que ves en cada árbol, en cada montaña,
sí las aves...
y es que a la verdad ellas nacen pero no viven, sino que sobreviven,
por esas cuestiones anómalas del aire, esas mejor conocidas como polución...
Aunque no muy lejos de su realidad andan otros,
sí "otros" porque están apartados, bien alejaditos,
a ellos también les correspondió vivir de ese mismo aire,
pero en otro término que vaga por el mundo,
sí hablo de mi gente de las calles,
para las cuales todo aire está viciado.

También por estas tierras se oye la canción de cada esquina,
se repite la letra de cada martes y cada viernes;
aunque uno ya no sabe bien qué día es hoy,
pues casi todos se confunden.
La gente se levanta, camina, hace lo que debe y se duerme;
últimamente todos son iguales al tiempo,
sólo que ellos cómo que no lo ven
o más bien, hacen que no lo ven.

Ahh, aquí también chocan unas con otras las hojas de los árboles,
sí aquí también nació Juan, Felipe y María.
Aquí en mi lugar se ven flores coloridas,
como esas damas que con dos seres pequeños de su mano,
encuentran la fuerza que la vida les negó,
porque arman y desarman la vida con su riqueza.

Aquí hay unos que comen y otros que no,
unos que duermen y otros que no,
unos que prefieren la tele otros que prefieren Baldor,
unos que sueñan otros desilusionados,
unos que creen en un "amor", otros que lo ven como una ilusión,
unos que caminan y otros que corren.

Aquí por mi cuadra hay escopetas, rifles y cañones,
aquí cada mañana uno más se entrega a la guerra;
unos disfrazados de coronel, otros sin máscara,
unos al estilo gourmet otros como salga,
pero sí así es mi cuadra, así es mi barrio...

Por ahora no puedo asegurar nada,
aunque sólo una cuestión puedo aseverar y es que
al menos tú y yo tenemos algo en común.