Por fin llegaste.

Sentado en esa plaza mi vida volvió con tan solo conocerte,
Antes de verte mi alma te pedia a gritos,
Ya no aguantaba esa presión, se estaba carcomiendo,
Tenia que expresar esas oleadas de sentimientos.
Y es que cuando te conocí...
...no encontre el sentido de mi vida, lo mas anhelado desde siempre, pero lograste llenar un gran vacio, ese que siempre habia estado y nunca remediado hasta tu llegada.
Sin más, solo me queda agradecerte querida poesia.