Este es mi olvido

Este es mi olvido,
mi desgarre,
mi derribo,
mi pequeñez,
mi infancia,
mi desmesura.

Ácrata y perseverante explorador,
de la reminiscencia
no espero nada,
ni ceremonia del adiós
ni puños en alto
ni rosas rojas.

Este es mi ostracismo,
mi decantación personal,
mi cenizosa nobleza
y que se jodan todos,
barrocos, vanidosos,
pordioseros de admiración.

¡Ah! Y todas…

Florituras y flamantes
fetichistas modernas
que cambiaron al príncipe azul
por el inorgánico parisino de Horacio.

Siempre supe
que tendría consecuencias
este vicio lorquiano
de ser gacela en el juego
del amor desesperado.

Siempre dando vueltas
en el espiral de mí mismo,
Siempre me faltó algo,
Siempre jugué bien
pero no lo suficiente,
Siempre quedé a las puertas de todo,
incluso de la poesía
cuyas veredas no han podido encauzarme.

Muy destemplado,
Muy prosaico,
Muy vacilante,
Muy exiguo para perdurar.

Este es mi olvido,
mi para luego es tarde,
mi súplica,
mi disculpa,
mi canto,
pequeño affaire de la vida
que se aleja.