ENFERMEDAD.

Escatimando en dos décadas infructíferas.
Inviernos malditos, reconciliación con los pájaros.
Arboles húmedos, cielo llorando en la tempestad de la fiereza.
Ácidas lágrimas en el asesinato del piso 83,
82 palabras pronunció el asesino y enterró lentamente el cuchillo una y otra vez.
Yo vi a un elefante en mis sueños y despedazó mi corazón, mis pulmones, mi cerebro,
ya no vivo, no respiro, no pienso…fui azotado, callado, y no alcancé ni a decir adiós.
Desperté, ¿quién era yo?...¿la capa oscura que fumigó tus 180 grados?
¿El lápiz que vomitó en el papel la rabia que mi garganta contuvo?
¿El perdedor idealizando, humedeciéndose, sonorizando los orgasmos de la novia del rey?
¿Iglesias en llamas, escupitajos mal logrados azotando su acuosidad contra la pared…?
O quizá mar con fluidez pintándola (PARED) del color de la muerte sagaz de forma apropiada.

Comentarios & Opiniones

Eduardo Gomez

Un caudal de sensaciones. Saludos.

Critica: