Lamento.

El pensarte es un delito y extrañarte es mi condena.
Te deshiciste de mí así como el viento sopla la arena.
Te marchaste dejándome con mi soledad que me envenena.
Con solo nombrarte, el vacío que dejaste de tristeza se llena.

Aún recuerdo tu mirada encontrándose con la mía.
Todavía puedo sentir el perfume que tu presencia desprendía.
Difícil es olvidar tu sonrisa que mis miedos suprimía.
La magia de tu belleza en la que mis palabras se perdían.

Mi corazón me castigó por dejarte ir.
Mi mente se confundió cuando te vi partir.
Hoy tu recuerdo no me deja de perseguir.
Y a pesar que de buscarte no cesé, no lo conseguí.

Si tan solo pudiera volver atrás el tiempo.
Si pudiera volver a abrazarte y terminar este tormento.
Déjame besarte para quitar de mí este lamento.
Solo necesito que vuelvas para dejar atrás lo que siento.

Autor: Matías Emanuel González.