Rapsodia del hombre bala

poema de MASK Skonvros

¿Me has besado alguna vez
en boca de alguien más?
Si honesto he de ser
yo no lo he hecho jamás
que, los vestigios de mi aborigen,
al subirme a la cama, me rigen,
fue mi carta de presentación
a esta inesperada y bienvenida
reunión;
sin más, con todo y abrigo,
te reíste,
no sé si de mí o conmigo
justo antes de sentarte,
dejaste la chaqueta en la silla
luego me preguntaste:
Los tiempos que corren, ¿de qué lo hacen?
¿Será de la farisea gentileza?
La intolerancia disfrazada de buenismo;
las catacumbas que hay en Twitter
--es el sumidero--,
¿no te da to' el asco?
Y yo, nervioso, revolví
azúcar en mi taza
sin darme cuenta (ya ves),
de que mi cuchara
temblaba como un tren
bala hace temblar las casas;
se me derramó el café
y te reíste de mí
como si fuera una gracia.
Fue en algún lugar de La Mancha
cuyo nombre no logro,
por más que intento, acordarme,
que siempre me chistabas
al tratar de buenamente aportar
una que otra palabra;
fue cuestión de tiempo no más,
que la puerta me abras
y, ni corta ni perezosa,
como quien no quiere la cosa,
me des una patada.
La broca de este cañón
que al hombre bala disparó,
la mecha,
la prendí yo;
su casco,
se lo quitaste vos.
Podemos o seguir
haciendo de la culpa
nuestra muy ancha cancha
de volibol,
o podemos sacarle juntos la pulpa
a la granada que la vida
nos tiró.
Podemos o seguir
haciendo de la culpa
nuestro amplio campo
de fuego cruzado
o podemos salir
arrastrándonos sin dudas
de esta guerra artificial
que nosotros creamos.
Lo sabemos bien los dos,
no tenés ya nada de que preocuparte,
que tengo el talante de salir pa'lante
de puro hablar.
¿Qué te parece a vos
si ambos buscamos, los dos
la solución del percance?
Quizá está entre los frascos
de la heroína que a nadie salvó,
¡a nadie...!
¡... que, si volvés a llamar,
yo saldré corriendo
despojado de mis dudas
y, al oírme llegar,
pronunciaré sediento
que te vayas a la pu--diendo hacerlo bien,
quisiste hacerme daño
y, harto de este asedio,
lo único que comerás
es mi dedo del medio!
Pero así no acabó
nuestro bucle de historia
pues, la llamada llegó
y no cumplí mi promesa;
volviste a ver los años pasar,
sumida en el desgaste
de sola tener que aguantar
este colosal desastre.
Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estás?
No te equivocaste
tras me lanzaste sin más
tras el primer desgaste.
Volviste al ver los años pasar;
yo creo que te equivocaste.
Hola, ¿qué tal cómo estás?
El saludo te saltaste.
Ya no querías oírme hablar,
así que me besaste;
vámonos a otro lugar
y a un motel me llevaste.
Me pedirás más,
salivando exhausta
tras el primer asalto;
yo soy un animal
al fundirme en la seda,
mientras mordés la almohada
y saboreás las plumas,
solo algunas plumas;
me rogarás por más
tras el segundo orgasmo
y aunque lo buscarás
no llegará el tercero,
lo esconderé en las dunas
y con tu llanto sereno
te dejaré sin más
buscando consuelo,
te estarás ahogando
en el lugar más bajo
que haya en el subsuelo;
ya no temas nada más,
el resto lo hará
el terciopelo.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Unas letras que invitan a seguir la historia interesante.
Saludos cordiales.
Beso.

Critica: 
Artífice de Sueños MARS rh

Está buena la historia, muy entretenida, manejando la espectativa con vuestros personajes según ritmo y cálculo.
Felicitación.
Saludo cordial y hasta nueva obra.

Critica: 

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