Tiempos.

poema de Maruya

Absurda esclava del tiempo,
Lo trago lento y lo escupo lejos.
Lejos hacia atrás, hacia la nostalgia, hacia el futuro donde no veo nada.
Esclava, sí, porque no puedo evitarlo,
Y es clavado que por el tiempo extraño besos de antaño.
Besos, abrazos y risas que
Poco y muy poco me ofrecieron.
El abrazo se colgó con el cordón de las moiras, el beso se olvidó que era su hora y la risa desapareció como escoria.

Y dejan un vacío, triste, humillante, que me recuerda todo el tiempo que yo, hija ilustre del reloj como un mortal cualquiera, soy, en efecto,
una esclava más del tiempo.