Imperdonable

poema de Guillermo65

Imperdonable

No sé perdonar
al destino ingrato,
porque, si nacer para nada,
¿para qué nacer?

¿Para qué me puso aquí?
para observar impotente las miserias,
los miedos, fracasos y desesperanzas
de los cuerpos, ya sin almas, de los hombres

Mas frustrante sería
estar aquí,
para contemplar las preponderancias
y las soberbias;
y corazones desalmados
que tantos hay aquí

Viendo como éstos
atemorizan al humilde
y sencillo hombre de Dios

Parece un contrasentido
que los primeros sean premiados;
y los segundos, sean alejados
de la voluntad de Dios.

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