NO TE ENAMORES DE MI...

No te enamores de mí...
Aunque el firmamento me preste miles de sus estrellas para que puedas confiarles de cerca ¿qué es lo que anhelas? ¡Si alguna de ellas te ignora, 999 mil de ellas estarán ansiosas por saber si tú deseo será eterno o puede ser cumplido en ese momento!

No te enamores de mí...
Aunque sea yo a quien siempre necesites en tus momentos bipolares, aunque mis lágrimas esperen y esperen su llamado para actuar en la escena aun no dirigida por mi vista.

¿Seguirás siendo prioridad en mis muertes o en mis vidas?

No te enamores de mí...
Pese a que la distancia nos separe y la soledad yo rechace para no serte infiel con nada ni con nadie. ¡Ni siquiera con respiraciones que me erosionen!

No te enamores de mí...
Porque todas las noches de tus infinitas partidas visito tu morada y mientras duermes te cuento historias que acontecieron en mis días al no estar tú, ni tu carne viva.

No te enamores de mí...
Aunque mis suspiros formen corazones sobre el viento con tu nombre anclado en mi pensamiento.

No te enamores de mí...
Aunque tu rostro vuele como tal cometa cada que mi pensamiento lo libera.

No te enamores de mí...
Aunque sea quien siempre te espere.
Aunque sea quien siempre te piense y te anhele anteponiendo tus locuras a mi cordura.

No te enamores de mí...
Aunque por culpa de tus indecisiones me rompas el corazón exhibiendo sus restos sobre mi pecho. ¿Y aun sigo calmando a mi razón que no hay del porque amarte con dolor?

No te enamores de mí...
Aunque siempre finjas ser un ángel y a mí me taches de un demonio que te corrompe en los momentos en que te enloquece el desamor. Un demonio que ha esperado eternidades a que tus culpas te liberen y por fin le ames sin que tu razón le rechace.

No te enamores de mí...
Aunque tu belleza te ciegue e inconsciente consuma mi tiempo y después te marches sin decir lo siento.

¿En un futuro regresaras con el físico marchitado, fingiendo que por siempre me has amado?

¿Susurrando a mis oídos pretenderás fingir que ya sabes el nombre de mis latidos?

No, no te enamores de mí y me repitas que soy el mejor amigo que el destino te ha traído.

No te enamores de mí...
Porque mis brazos te protejan y descarnados aun te mantengan de pie.

Tus actos de fe no te perdonan que dentro de tus borracheras engañaste a tu mejor amigo. ¡Al besarle un seguro compromiso le albergaste.

No te enamores de mí...
Aunque el final de nuestro voraz tiempo nos engulla y no siendo egoísta le suplique por tu vida. ¡Porque sigas en otro camino y sin mi compañía!

No te enamores de mí...
Por leer en cada momento los poemas que me inspiras.
Poemas en donde plasmé y plasmo los secretos de mis sentimientos que escritos tu lees descubriendo hasta donde yo te pienso.

No te enamores de mí...
Por ser el sueño que anhelas, por ser más que la realidad que tú esperas, por ser el guardián que protege de la rapiña a ese esqueleto que queda de tus sentimientos; por ser el amigo que invisible para tu corazón jamás podrás ver como tu mejor amor.

No, no te enamores de mí...
Por ser quien te hace feliz, por ser quien te hace crecer, por ser quien no te hace soñar; por ser quien hace realidad lo que siempre anhelas en tu irrealidad.

No te enamores de mí...
Por pensar que tal vez en alguna vida seré el mundo que habite por siempre dentro de tu mente y así tu vista no busque reinos ficticios donde el miedos te aprisiona y que al final por decepciones o rabietas tenga que ser nuevamente el héroe dentro de tus historias.

No, no te enamores de mí...
Aunque escuches que le pido al creador que renazcas en otros mundos, en otros momentos, en otros presentes; en otros cuerpos, en otras mentes y así puedas tener la libertad de encontrar lo que según jamás amarás.

No te enamores de mí...
Si no voy a ser la estrella que brille en tu cielo, si no voy a ser ese alguien que con un beso te despierte mientras nuestro aliento disipa los bostezos.

No te enamores de mí...
Si serás ese alguien que él malicioso destino ponga en diferentes caminos no empatando jamás con el mío.

Que tus recuerdos vividos en otras vidas me rechacen aunque pueda ser el dragón que al final de tu historia por siempre te lleve a la victoria.

No te enamores de mí...
Ya que en algún momento dado la ceguera te abandonará y dejaras de verme como ese alguien que no siempre deba ceder ni jugar a ser el títere de tu ser!

No, no te enamores de mí...
Aunque sea para ti en tus peores momentos tu mejor amigo confeso.
¡Si es por culpa de tus miedos ya no quiero vivir con esto!

¡Por favor no, no te enamores jamás de mí!

Autor: Mario César Palma G.
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