BESOS DE MOMENTOS YA NO QUIERO

Besos de momentos ya no quiero.

La noche se presenta custodiada por sus eternas confidentes.
La luna y las estrellas engalanan sus cabellos.
El silencio que las precede hace mella en mis oídos.
¡Mi mente se mantiene a la expectativa cuestionando a ese mismo deseo!

Sobre las nubes Cupido impaciente me observa.
Mi apatía por rechazar lo efímero le provoca un constante desgano.
Entre los millones de mortales intenta flechar al probable amor de mi destino.

En posición de descanso permanece a su lado su fiel arco.
El desespera porque las inquieras manos de su amo le tensen y por fin dispare su tan ansiada flecha sobre mi pecho.

¡Tan solo una!
Que sea ágil...
Que silenciosa acaricie al viento y atraviese sin dolor mi mortal corazón.
Y ese anhelo se transforme en mi constante realidad.
¡Sentenciando a mi soledad a no intervenir más!

Mis pensamientos se trasmiten a través de mi voz.
¡Ellos confiesan ante todos!
Besos de momentos no deseo.
Besos de una sola noche ya no quiero.

Yo aquí en este tiempo dentro de estas noches.
Me encuentro abierto a todas las oportunidades.

No confió más en la ayuda de Cupido.
Ya tantas veces se ha equivocado,
¡que casi me convierte en cliente predilecto de lo efímero!

Mis ojos se topan con inmensidad de gente.
Su visión es ya una experta que sabe reconocer la diferencia entre un segundo y un tiempo eterno.

Son tantos los rostros que pretenden ser capturados por la mirada de mi presente y ninguno es tan fuerte para capturarle eternamente.

Me observan miradas cargadas con deseos.
Intentan seducirme con guiños disfrazados de un te quiero.
Mi mente sin perder tiempo le recuerda a mi anhelo...
Besos de momentos no deseo.

Pensamientos malsanos me salpican dentro de aquellas salidas.
Infinidad de cuerpo se mueven sobre la pista al ritmo de la música.
Con roces intentan despertar mi erotismo.
¡Que tranquilo sueña con el futuro beso que le excite eternamente!

El aliento de la noche azuza su frio respirar sobre mis brazos. Calculadora pretende que me entrelace en otros cuerpos aunque sea por un momento. Es ese momento en que mi anhelo le recuerda a mi deseo;
Besos de momentos no deseo.
Besos de una sola noche ya no quiero.

Mi corazón permanece extrañado ante las propuestas de Cupido.
Morfeo comprensivo se aleja no influenciando a mi mente a solo soñar.
¡Nunca será demasiado tarde si en algún momento quiero vivir en mi realidad!

Millares de cuerpos pretenden cobijarme con su piel.
Millares de labios me ofrecen besos sin exigir compromisos.
Millares de bocas me ofrecen sonorizas aunque ignoran mi nombre.
Millares de brazos pretenden abrazarme ofreciendo no soltarme.
¡Pero eso!...eso ya lo he vivido, ya lo he repetido y no pienso más revivirlo.

¡Yo sé lo que quiero y únicamente me contesto!
Besos de momentos no deseo.
Besos de una sola noche ya no quiero.

Besos errantes que el amanecer extravía dentro del anonimato del olvido.

¿Son falacias que desprenden bocas solitarias?
Besos, besos, besos que el tiempo excluye de sus recuerdos.

Besos, besos, que pretender drogar a mi olfato con su aliento ebrio.
Mis labios les rechazan exigiendo respetar mi deseo...
¡Besos de momentos ya no quiero!

Autor. Mario César Palma G.
Derechos Reservados.