“La madre de la Lágrima”

“La madre de la Lágrima”

En la hoguera de los recuerdos
Sentimientos y emociones
Donde se queman los sueños e ilusiones
Como la vida del mendigo y poeta
En las ardientes flamas del pasado
Al apagarse el fuego sagrado
Que lo quema sin compasión
Como una culpa sin perdón
Solo quedaran las grises cenizas
Del pequeño fuego apagado.

Una pena sin olvido
Como una venenosa enredadera
Se aferró a su viejo corazón
Sin más intención
Que sobrevivir en el tiempo
Acido sentimiento
Que lo hiere sin compasión
Recordándole su existir
Pequeño sueño que murió sin porvenir.

Cae una lágrima cruel y fría
Clava sus garras la pena
Para que sangre su vida
En el profundo silencio sombrío
Rodeado de soledad y hastío
En su cuarto oscuro y vacío
Pintado de negro por las sombras
Que sin quererlo la Nombran
“La pena” que lo va matando
Y el dolor que lo va crucificando
Son caras de una misma moneda
Falsas quimeras
Fundidas en la fragua de la memoria
Donde la vida y los recuerdos se queman
Ella es “La Madre de la Lagrima”
La Pena, que se arraigó en su corazón
Que lo castiga sin piedad y sin perdón.

Cenizas y carbón
Son el despojo
Que quedan del fogón
Ante la tristeza de sus ojos
Que delata su apacible mirada
Sabiendo que ya no le queda nada
Porque luchar o sueño porque pelear
Sube el cuello de su negro abrigo
Y bajo la lluvia se hecha andar
El Poeta y Mendigo,
Como lágrimas las gotas de lluvia
Lo mojan Por las calles desiertas
Al bajar Por la vieja calle
Que lo invita a soñar
Pero una pregunta lo hace pensar
Que penas serán
Las madres de estas lágrimas de lluvias
Seguramente de las esperanzas muertas
Que la gente va dejando a la vera del camino
Aunque triste fue su destino
Sirvieron para regar mis resecas ilusiones
Moribundas y heridas
Aquellas que se guardan escondidas
De tras de la puerta entre abierta
En Un rincón de la memoria
Guardas entre las cosas más queridas.

Mario Anónimo