Quien sino Eres

Quien sino eres,
cuanto admiro y pienso,
En cada momento,
Del amanecer, atardecer
Y anochecer
Y el qué por mas que intento,
Jamás puedo
Hacer desaparecer.
Él que por cuanto y
Por mas o por menos,
Me aniquila cualquier sentimiento,
Que aun en su ausencia viril,
Hace estéril
Mi vientre entero.
Quien eres sino eres,
Aquel encarcelado beso,
Aquel banal y encarecido
Deseo,
Aquella pusilánime
Pero espeluznante,
Mirada penetrante,
En los sueños constantes,
Que se esconden por claves,
En los mas ínfimos secretos.
Quien sino ,
Aquel capricho dormido,
Que desafía a mi alma,
Esculpe en el vacío,
Todo cuento sin pausas.
Quien eres y si sabés,
Que al portal
De una absurda melancolía ,
Entre aquello que fantaseaba,
Aquello que de la inspiración trasciende a nada,
Aquello que despliega palabras románticas,
Y alardea en la creciente
Luna sobre imágenes oscuras,
Decoloradas a mis espaldas.
Érase pues alguna pesadilla,
Que le despierta aun en cobardía,
Porque le hace escribir poesía
Y le idólatra en su mitología.
Y a pesar de no estar
Solo a su rostro recordar. .
Es celestial
Que al mis ojos cerrar,
Poder su imagen disfrutar.
Jugar con el aquí y el ahora,
Ahogandome en el silencio sepulcral,
Amándole,
Queriéndole,
En el espacio vacío
De las mil palabras
Sin hablar.
De el, quien sabe, que es,
El que desata la locura
En mi,
Y el que a mi corazon
Desgasta con la esperanza
De amarle sin fin.