Princesa Interna

Y Solia pensar
Quien es mas injusto
El amor
O la vida.
Y no había razón
Para dejar pisar
Su orgullo
Así como no había corazón
Para atropellar
Su dignidad.
No encontraba consuelo
En su vehemencia,
Que era parte de su personalidad.
No experimento felicidad,
Mas allá de la coherencia.
Y asentaba en la diplomacia,
Que la sacudía.
Era ella tan sensible
Tan sumisa,
Creía en la libertad
De la palabra,
Mas sin embargo dudaba,
En.lo mismo que creía.
Algo extenuada,
Algo rebelde,
Algo de engreída.
Caprichosa por aquello
Que no poseía,
Impartiendo alegría,
Donde veía hipocresía,
Cosa que maldecía.
A que dioses idolatraría,
¿O estás con la Virgen,
O crees en la mitología?.
Y en la ligereza,
De la delicadeza,
lo que imaginaba,
y no sacaba de su cabeza.
Eran sus manos frías,
Las que desgastaban
Su altanería,
Cuando de miedos se trataba,
Y así medio acobardada,
y toda lucía,
Siempre se reía,
De sus propias tonterías.
Entre la miseria
Y la riqueza,
la mezquindad
que le persegúía,
aquella pureza
qu le hacía brillar.
Entre el perder o ganar,
Su esperanza nunca moría,
Porque era así,
En su elocuencia
cuando aquilatab su conciencia,
su simple belleza,
escondiendo detrás la rebeldía.
Era innegable para ella despertar,
Ella nunca se rendia,
Ante las sorpesas
que le esperaban
en lo incognito de los días.
Era mas el peso de su sangre,
Ser fiel a esa nobleza,
Que por sus venas corría.
No eran unicornios
Con los que a veces soñaba,
Era con otra fantasía
Que a sus sentidos
Reclamaba.
Toda vestida y maquillada,
Olorosa a perfumes de rosas frescas,
sus cabellos suaves,
Sus mejillas enrojezidas,
Sus delicadas manos
y sus banquetes de poesías.
Pobre mujer
Que sufría,
creyendo aún en príncipes,
cabalgando hasta su
casilla.
Es tan pobre el amor
Cuando con migajas
Se conformaría ,
No mueras por él
Aun así se decía.
Este juego no es de él
No es broma,
No es para festejar,
O hacer alguna algarabía;
Es mejor
Los sueños tejer,
Sin jamás dejar,
La ineguidad perder
y a la maldad hacer ganar.
Llora cuando éstes a solas,
Y sigue feliz siempre
dulce princesa,
Ante los.ojos del mundo,
eres lo que eres,
y ante sus ojos
demuestrale sobre todo,
de que esta hecha tu alma,
pues no hay mayor tesoro,
que valorarte
siempre a ti,
dispuesta ante todo,
a prevalecer
sintiendo amarle
con todo,
lo inmenso del interior
que protege siempre
tu inmenso YO.

Comentarios & Opiniones

Rogervan Rubattino

Hay en el centro de cada uno un lago y un espejo, uno habla de los otros y habla de lejos y otro refleja tu yo verdadero. Muchas felicidades querida María por tus versos. Es una agradable sorpresa volverte a encontrar.

Critica: 
Maria Buscaglia

Roger hoy los puedo editar...jajaja estoy en mi oficina y no en mi celular. Y ya me parezco a Dr.Seus, que todo le rima ..jajaja como puedo sacarme esto de encima jajaja GRACIAS SIEMPRE ROGER POR ESTAR AQUI!! Y SI ESA SOY YO

Critica: 
Leonardo Brainstorm

Empatizo con varias de las cosas que pareces sentir. Gracias. Por alguna razon, me hiciste recordar una cita de Camus: "Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta"

Critica: 
Silvia

Me encanto,y decir el yo aveces salva pero muchas otras destruye.muy interesante felicitaciones.beso.

Critica: 
Mac1965

María me encanta como vas desarrollando tu poema, te paseas por diferentes imagenes que construyes con tu exquisita pluma...abres el poema al final en forma magistral. Me ha gustado mucho. Saludos cordiales

Critica: 
María del Rocío

Muy bello amiga! Como disfruto leerte lo haces tan agradable! Te abrazo y beso!

Critica: 
Maria Buscaglia

Mil gracias Leonardo por tus bellos comentarios. Gracia poeta!

Critica: 
Maria Buscaglia

Shultz gracias por pasara y dejar siempre hermosas huellas. Un fuerte abrazo!

Critica: 
Maria Buscaglia

Mi estimado amigo Mac! Gracias por tus bellas palabras! Tus comentarios siempre son importantes para mi!

Critica: 
Maria Buscaglia

Rocío amiga querida! Tan sensible y genuina! Saber que lees y te gusta lo que siento me llena de inmensa alegría, pues eres una poeta de primera!

Critica: 
Antranik Manoukian

Felicitaciones, María. Un encantamiento de lectura del primer al último verso. Saludos cordiales.

Critica: