POEMA PARA SAYARI
Es ella, aquella Señorita de la voz Deslumbrante
De Bendiciones y Abundancias su presencia es Augurante
Mi corazón se inquieta al saber de su Llegada
Cientos de milagros escondidos en su Mirada
De muchas penas sufre gran Aflicción
Más yo en el fondo quisiera cambiar su Percepción
Aún cuando ella siente una profunda Soledad
Lo cierto es que mi abrigo tiene, eso es una Realidad
Indicios de indolencia acompañan su Silencio
Entonado sonatas de tristeza, eso es lo que Presencio
Un espíritu abundante en inmensa Valentía
Requiere aludir a momentos de legítima Alegría
Preocupaciónes miles generan hoy su Llanto
Y de manera aciaga enmudencen su Canto
Pero por encima de aquellas infaustas Desventuras
Pretendo animarla ahora con las presentes Escrituras
Integra mi poesía es verazmente Dirigida
A la linda jovencita tan tierna y Consentida
Con total limerencia admiro su Belleza
Pues no enamorarse de ella sería una Proeza
Su carcajeo abraza tal cual Veraniego
Socorre velozmente a mantener el Sosiego
Es por ello que yo le brindo apurado mis Consuelos
En búsqueda de salvaguardar de su sonrisa sus Hoyuelos
La dulce damisela cuenta aquí con su Caballero
Que de cientos de besos y caricias quiere ser Semillero
Solo hay una mujer que me convierte en Versolari
Nadie más que usted, mi amada Sayari