PRESENCIA

poema de H.T

En el Cristo, (así lo llamamos)
los sentidos se gozan
la tristeza encuentra su alegría,
todo se transforma, todo se llena,
el alma permanece sedienta
y esa sed es calmada con ríos
de agua viva.

Las horas efímeras se desvanecen,
el silencio estorba, nuevas ideas
se impregnan.

¡oh detestable lujuria!
mi carne te reclama,
se disipa el paraíso encontrado
y en este estado solo busco
lo mundano, el odio
y mi egoísmo

En lo mundano,
los sentidos se atormentan,
la alegría encuentra su tristeza,
todo se destruye, todo hace falta
el alma permanece sedienta,
siendo el vinagre el mayor de los
consuelos

¡Oh lacerante dolor!
te impregnas y no piensas fugar,
cerrando mis ojos me pegunto
¿Donde esta el Cristo?.
acaso se ha marchado para siempre
no,no,no detestable idea.

Sentidos aguarden sosegados
que ya lo encontré el Cristo, viene
con el roció de la mañana,
" Efusión... ",
oh deleite, gozo supremo,
éxtasis consumado.

Huye aprisa lujuria que ya viene el
Cristo (así lo llamamos), date prisa que piensa
hacerte guerra.