El Diamante oculto

poema de Chelo

Varias huellas han dejado y más semillas se han sembrado, sobre el vasto raciocinio de este niño existencial. Un sangrante y cruel pasado, que ya había superado, por obra de un vil canalla, resurgió y comenzó a actuar.
Lo llevó a la sombra un necio en su codicia y menosprecio, que en su roll de ángel caído vaga en pena y jode en clan.
Hay un paso que ha saltado este niño en su labor, no ocultó su resplandor y la paria lo encontró, y en servicio a su veleta quiso hacerlo "el fiel profeta", este zángano inhumano, fiel enviado de su dios.

Y este niño se hizo joven, y olvidó que había ocurrido. Y al haberlo trascendido... el ruin caído regresó. Recreó entonces su orquesta su tormenta más perfecta, el más tonto fin del mundo del planeta aquí en cuestión. Miserables de inframundo que por seis puntos inmundos tienen chapa de belito, sin la luz del más allá.
Y olvidó lo sucedido.. y fue al fin tras ese olvido, que sumido relució. Rememorando lo aprehendido interpretó el acometido de prestarse a haber nacido en tan cruenta realidad. La matriz de un dios bandido en faceta de lascivo, que absolutamente imberbe y cruel lo acecha por su mal. Que en su grieta engendra astillas, pero en forma de cerillas, para que arda por su huella en su paso a las estrellas, y se pierda con su bella, que es la grieta en el umbral. Desdeñando a su consorte, que en su arcano aporte al norte, lo defiende entre sus armas, y lo espera en el altar.
Karma y dharma se hacen uno en su ojo esciente e “inoportuno”, y en un amplio panorama me vislumbra su verdad.

Luego un día el niño, ya adulto, olvidó aquello vivido, y esta vez sobre ese olvido germinó una leal semilla que floreció al recordar. Ignorando vanos cultos en su flor penetró el cielo, horadó en la sombra al velo, dio el gran paso en el umbral, y a ese Lord del inframundo que habitan los vagabundos de los seis puntos oriundos solo le quedó admirar, que un cualquiera, sin su logia, llegó al templo de los sabios, sin hacer consciente eso, sin venderse por brillar. No incautó a su esencia innata, cualidad de ser profundo, de un buen astro que influencia con su escéptica razón. Otro opuesto complementa, del cual estos se alimentan, inconcientes en sus mentes, que a través de las serpientes fue que a un sombrío e intransigente en su simiente trascendió.

Cuando el niño ya era anciano, nuevamente había olvidado, y al haberlo recordado halló ahí en su ser la paz. Con su resplandor oculto evitó ávidos tumultos, e hilvanó claros conceptos cuando al fin lo recordó. Descubrió que bajo el lienzo o se oculta un gran tesoro, o que se ha bordado en oro, si es tan solo para el brillo, sobre lo superficial. Un gran hueco el cuadro esconde en ese caso y es por dónde van truncando con su escoria a un buen vecino que quizás, no comprenda ni siquiera viendo el hueco en su morada, que del otro lado el paria, le mancilla en clan su hogar.
Paradoja que hay oculta que hacia el cielo, de ese averno, haya un paso y hasta un hueco, para ver que hay más allá. Ironía del destino que sea el necio peregrino quien busca ocultar la grieta que asemeja a su portal.

Este juego es tan perfecto que de haber un arquitecto quien creó con su intelecto esta cosmos sideral, no sería quien idolatran sino todo lo contrario, un gran rey que hace de otario, sin testículos ni ovarios, no mental, sensacional. Presente inclusive en ellos pero solo en un reflejo, pues su obrar es tan dañino que no llega a consumar.
Sin la gracia en su camino no es divino el peregrino, es tan solo marioneta sin su meta existencial. Es la sangre de esta tierra, estos tontos no lo han visto, van de autómata a sus grietas, y en su amnesia a la ilusión.
No hay suspiro sin graznido al extremo del olvido de un recuerdo forajido que jamás se recordó. No hay buen clima en el silencio que al perderse entre tormentos encubrió un vital remanso que al no anclarse se perdió.
Sin recuerdo no hay respiro, y si la flor no ha florecido, la cadena del olvido que no cumple con su roll, cubre el suelo con el celo que hace sombra bajo el cielo, y si al brotar no horada al velo mora en pena al resplandor

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Amplia obra, interesante desarrollo, lenguaje claro. Un gusto es leerlo.

Critica: 
Chelo

muchas gracias joel por haber dedicado su tiempo y haberme leido. gran abrazo

Critica: