Lo esencial.

poema de MaFerSca.

Se obsesionó el colibrí,
con la radiante añil rosa.
Quiso para sí a aquel rubí,
y ahuyentó a las mariposas.

La cotejó por muchos días,
rebuscando beber sus mieles.
Ella le incrustó su fina espina,
no consintió ser su amante,
y nunca que se fuesen fieles.

Hay flores que nacen,
buscando ser solo libres.
Son lémures sin dueños,
no los escoltan los serafines,
ni ceden al exclusivo consorcio
de los lozanos, infantes querubines.

Ya se marchitó la rosa,
sin conocer al gentil amor.
No dejó nombrarse diosa,
no adjudicó a nadie su corazón.

Sucumbió el azulejo picaflor,
completito de afligida soledad.
Lo quemó un fuego abrasador,
murió sin su amor tan esencial.