MEMORIA DE MI DEPRESIÓN

MEMORIA DE MI DEPRESIÓN
Supe que se podía vivir
con el corazón de piedra.
No sentir nada
ni el silencio
ni la respiración
ni el llanto paseándose por la cara.
Supe que unos pies
podían caminar sin rumbo
los ojos, mirar sin ver
hablar, sin decir nada
no sentirse ni a una misma
ver el reflejo de alguien
en un escaparate, sin reconocerse.
Supe del estar presa en un cuerpo
sin intentar escapar de aquella jaula
de la que nada importaban
ni los barrotes, ni el agua, ni el alpiste
porque las alas se habían ido
volando solas hacia un infierno
que estaba en el cielo
con un padre que era de todos
menos mío.
Supe que el tiempo de morir no era aquel
en el que te cierran los ojos
era ése en el que la vida te daba la espalda
que pasaba por tu lado negándote
el derecho a ser quien eras.
Aprendí entonces que no se debe
ser preso y carcelero
de tus propias mentiras
y a rastras
muerta de miedo, sin un mañana
negando mi pasado
salí con mi depresión a cuestas
camino de mi verdadera vida.
mabel escribano
d.r.
imagen: Google