poema VII sonidos de alguien

Sonidos que agradecen mis oídos,
llegaron un día para no irse jamás,
canto de ángeles y seres, que
buscando un camino y lugar te haces
aire, revoloteando entre mi camino,
podremos decir un día que nos queda
mucho por andar? Pensamientos
que vienen y que se van, como
ocultándose entre tantas horas de
luz, ahora viene la noche, y te
guardas por el enemigo y
desapareces casi para no verte, en
tu máxima expresión, así, frágil y
desprotegida, no hullas por favor,
quiero escucharte otra vez, eres mi
medicina cada día al despertar, el día
en que tu alma deje de latir, se habrá
dormido una lágrima, al salir el sol,
hecha en mi despertar.