Doña Ana... El Amor Esta En El Infierno
Recordó esas manos pasando por su mejilla y el recuerdo le atravesó el corazón. Había algo que se parecía a la alegría, también algo con todas las características del dolor. Pues esas manos no solo eran creadoras de caricias, a veces eran bruscas, a veces de seda.
Recordó esa voz y le dolio el silencio que se apoderó de la casa desde su partida. Esa voz que apenas susurró palabras de amor, pero dolía mas el silencio y la soledad que el recuerdo de sus gritos hirientes.
Recordó esa mirada que nunca pudo leer y le dolio las veces que le mendigo atención. Se vestía para esos ojos, coqueteaba para esos ojos, esperaba por esos ojos, esperaba por los menos que se enteraran de su presencia esos ojos. A veces hubo migajas de parte de esos ojos. Era poco, pero le llenaba el alma.
Recordó su olor, el olor perenne que dejó en la cama, su olor al llegar del trabajo. Sobre todo, recordó el olor de ese perfume que le torturaba la dignidad, ese olor que traía cuando no amanecía en casa.
Lo recordó como de costumbre, recordó a ese viejo muerto. Lo maldijo por la vida que le dio y se maldijo por extrañar todo de él, hasta el tormento.
Y sintió que tal amor no pudo haber venido del cielo, pues después de muerto tuvo que haber vuelto al infierno. Y suplicó por el fin de su vida para ir detrás de él, para ofrecerle cafe, para quemarse con el, para verlo.
A veces el amor es eso,
es... eso.
Simplemente eso.
Comentarios & Opiniones
Triste,mucho dolor amar a alguien tan cruel me encanto tus letras felicitaciones,!
Gracias por pasar. Saludos.
Saludos. Su obra es atractiva, prudente y proporcionada con una gran fuerza sentimental y un estado de fondo triste. Grato es leer su arte.
Don Joel, gracias por pasar. Saludos.
Lo que ya no se ve. Muchas gracias.
Muy bueno, felicidades.
Gracias por pasar compañeros. Saludos.