Soy un hombre.

Soy un joven que devino,
muerto al acostarse el sol,
del lucero de la mañana nacido,
hombre ya sin temor.
¿Te acuerdas de aquel anochecer,
el primero de los que habláramos,
cuando abrí mi corazón a tu saber,
y de injustos jueces charláramos?
Tengo ya sólo sobras de sus ecos,
desperdicios de sus perjuicios,
nimias cantidades de esos recuerdos.
Ellos se han quedado con sus vicios.
Sucias manipulaciones ya no importan,
ilusiones ajenas no alimentan mi ser.
Soy un hombre con licencia y pan,
conductor de mi vida y hacedor de mi crecer.
Piso firme el camino,
la vida misma es mi recorrido,
a manos llenas tengo el destino.
La verdad, mi único sentido.
Soy un joven que devino,
muerto al acostarse el sol,
del lucero de la mañana nacido,
hombre ya sin temor.
Comentarios & Opiniones
Bella poesía lírica que llega,miles de estrellas y un cálido abrazo!!
Muchas gracias por las bellas palabras, ¡qué honor por su visita!
Rima y métrica perfectas. Un gusto leerle hermano.
Saludos
Bellísimo!! Recibe un abrazo!
¡Muchas gracias poetas! ¡Saludos!
La verdad mi único sentido. Bien dicho el poema sobretodo esta idea.