Contigo

Me río de los atardeceres en Venecia,
de las lindas muchachas rubias de ojos claros y piel blanca.
Del Renacimiento y sus cánones de belleza. De cualquier cánon de belleza, en realidad.
Me río de tus dientes de marfil tan falsos como tu risa. Me hace gracia tu figura en el espejo y que te creas la más guapa. Que te vistas a la moda porque es lo que se lleva. Y que pienses que lo mejor no está dentro de ti, sino en cualquier revista.
Me burlo de Central Park, el Taj Mahal, las Bahamas, la Torre Eiffel, Mónaco, la Sagrada Familia, Las Meninas, Saturno, la Mona Lisa, su sonrisa. Tu cintura. Sus curvas de escándalo.
Me río del azul cielo, el rojo pasión, el negro azabache, el marrón miel.
Del arcoiris, del agua cristalina, de los jardines del Retiro.
De Madrid. Gran Vía. Barcelona. Sus Ramblas.
El amanecer en las playas que te de la gana.
El circo del sol.
Y cuando se oculta… Me río de la noche. De la luna. De las estrellas y galaxias.
De todas las películas de amor francés basadas en hechos reales que no conozco, pero me los creo.
Me río de los libros de Julio Cortázar, Valle Inclán, Gloria Fuertes, Rubén Darío.
Me río de Azul, si dices que es lo más bonito.
Me río del italiano, el inglés, los sex on the beach, margaritas, cualquier flor,
los nomeolvides.
Me río de la cosa más hermosa que puedas pronunciar. Me río de los te quiero, los te echo de menos, los jamás, los ojalás, los te lo prometo. Siempre.
Me río de aquellos que decían que no había nada más bonito que tú,
porque no conocieron un todo contigo...
                                                            Contigo todo si que es bonito.