Solo quiero este recuerdo

Ya no recuerdo si era noche o era día
no recuerdo el día de la semana
ni las prendas que tú y yo llevábamos puestas.

Recuerdo como en la tenuidad de tu habitación
mis poros se fueron abriendo
solo con mirarte a los ojos
no recuerdo cual era mi edad
no recuerdo la tuya
parecíamos en sí
dos dioses del Olimpo dueños de todo
pero tú solo mi dueña.

Me daba miedo sentir el roce de tu piel
creía que si lo hacía podría volcarme en ti
cual salvaje fuera.

fuiste llegando
parecías que flotaras en el aire
me sujetaste por el cuello me pusiste de píe
y me besaste.

Cuando menos lo creí
observaba como el techo pareciese venirse sobre ti
tus cabellos húmedos sobre mi rostro
tus dedos rasgando mi espalda
escuchaba el sonido de nuestra piel húmeda
al juntar nuestros cuerpos.

Tus labios y lengua en mis pectorales
tus dedos en mi abdomen
hacías que mi mandíbula cada vez se apretara más fuerte
mis dedos los tenía entrelazados sobre mi cabeza
poco a poco hacías doblar mi cuerpo
y con ello se escapaba un leve gemido.

Mis manos se apoderaban de mis cabellos
la almohada sufrió una y otra vez
la pasión de mis mordeduras
me abrazaste por la espalda
te hiciste dueña y señora de mi cuerpo
deslizabas tu lengua por mis orejas
y entre más tenso me ponía
más clavabas tus dedos en mi pecho
apretándolo con algo de rudeza.

Me susurrabas al oído
y con ello poco a poco explotaba.

llegaste al falo
jadeaba cada vez más fuerte
las ropas que cubrían la cama
quedaron rasgadas entre mis dedos.

Llegó un momento en que creí tuvieses
dos
tres
cuatro bocas
pues tus labios
los sentía en cada centímetro de mi cuerpo
creí tuvieses
cuatro
seis
ocho manos
pues ellas me sujetaban
con la más efervescente pasión.

Me hiciste sentir que no habría mañana
tus labios rojo escarlata
quedaron plasmados en todo mi cuerpo
quedaron plasmados en el alma.

Mis jadeos hacían coro con los tuyos
mientras que nuestros cuerpos
danzaban al compás del sexo.

Te adheriste nos adherimos
nuestros movimientos
se fueron haciendo cada vez más fulminantes
tus manos empuñando las mías
no se sabía quién apretaba con más fuerza
y cual si fuésemos un volcán
hicimos erupción.

Perdí conocimiento de todo
ahora no recuerdo más nada
y no quiero recordar
pues lo único que quiero guardar en mi memoria
es
que tú
y yo
fuimos dueños
del universo.