Lágrimas de sangre

Caminando por la calle
iba una mujer, cansada y ojerosa
y en su rostro reflejaba
cual ramillete de marchitas rosas
aquella mujer que a pasos lentos caminaba por la tétrica acera
dejaba caer sin darse cuenta
lágrimas, lágrimas de sangre.
Lágrimas de sangre mancharon su rostro,
lágrimas de sangre que despojó de enojo,
lágrimas que un día fueron cristalinas
lágrimas que dejaron una grieta en su apagada vida.
Va tambaleante y con la mirada cansada
va tambaleante y con su vida apagada.
Por un hombre, burlada fue,
por un hombre, rendida está,
y por un maldito hombre
con su vida acabará.
Ay mujer! No te dejes vencer
por aquel pusilánime que en tu vida fue
amor, ilusión y gran pasión
date cuenta que no vale la pena,
que muy grande será su condena.
por burlarse de una mujer pagará la pena,
de ser mofado y amedrentado por una de ellas.
Caminando por la calle iba una mujer,
feliz y vigorosa
y en su rostro reflejaba la victoria,
la anhelada victoria.