PARA QUE NUNCA TE MOJE LA LLUVIA

Hubiera querido que nunca lo dijeses,
Para que la luna quede tierna en sus lugares,
Y el sol fijo llame que me quieres,
En cuanto firmas este desenlace.

Hubiera preferido algo sospechoso,
Un beso loco, o una caricia,
Tal vez hasta el alma tuya en mis manos,
O tus hermanos, tras mi codicia.

Quisiera que nunca vieras mi caída,
Y conforme te quiero, y tú me quieres,
Querernos por siempre toda esta vida,
Tenerte al ocaso de atardeceres.

Por qué mujeres en este mundo,
Porque en el mundo tu si me quieres,
Porque padezco del mal inmundo,
De ser amante de dos placeres.

Y si acaso...has de irte,
Justa es la acusación,
Rompe ahora lo que me hiciste,
Vete y cuida mi corazón.

No te confieso lo que he sentido,
Porque dolido ya no lo estoy,
Porque tú culpa jamás ha sido,
Porque el destino fue mío hoy.

Déjame tus ojos entre mis manos,
Para mirarlos al marcharme triste,
Para amarlos en el camino,
Del cruel dolor que me concediste.

Quiero tu cuerpo para mi cama,
Para el lecho de incertidumbre,
Y que lo adornes por las mañanas,
Noches y tardes en no sé dónde.

Te regalo estos versos para tu vida,
Para que los cuides y mires en ellos,
Mi camino, mis desaciertos,
Lo más querido, tus ojos tiernos.

Como pedir que te quedes ahora,
Si tu camino no es para siempre,
Si las verdades son más seguras,
Si lo que temo es ya nunca verte.