Señorita viento.
Eres como el viento porque te escabulles entre las manos y nadie puede retenerte, acaricias los rostros y luego te vas; así de escurridiza e igual de misteriosa, unas veces tan enigmática que cautivas y otras tan sincera que incomodas.
Eres como el viento que se va pero siempre vuelve para regalar deliciosos aromas, ese que aunque se encuentre en tierras lejanas siempre recuerda regresar a donde proviene, impregnando el aire con sus fragancias; ¡Nunca faltes aire! Deja que se respire tu frescura.
Muchos quisieran ser humo para acobijarte durante las frías noches, algunos desearían convertirse en ave para danzar sobre tu cuerpo y navegar en tus fantasías; pero el hombre debe conformarse con la porción que les toca de ti, esperar con paciencia todas las noches durante tu ausencia y disfrutar cada segundo de tu presencia.
"Todo un regocijo es saber que existes"