Te veo en el aire

Te noto en el viento trotando en el aire
Nadando entre las gotas del estanque
Revolviéndote con las hojas de los arboles
Y extraviado en los días del almanaque.

Te percibo en el silencio de palabras
En las nubes de la bóveda arcana
En los granizos del invierno
Y en las mas infames horas de la madrugada.

Te veo en las voces de los ángeles
En el azul perpetuo de los mares,
En el otoño que plácidamente muere
Y en la primavera que nace de rosas que crecen.

Te siento en mis manos posando en mis dedos
En la tinta del esfero que se plasma en los versos
En el abrazo fuerte de un padre y
En la ternura de una madre arrojando sus besos.

Te veo en el trigo que se siembra en el campo
En el brillo de los astros que trasnochan,
En el flébil desacierto de un momento amargo
Y en los Faustos lamentos que se esbozan.

Te noto en el ambiente de la guerra
En los fusiles escupiendo balas,
En los trajes verdes cubiertos de cobardía,
En las oraciones donde piden piedad al espíritu
Que vuela con sus alas.

Te siento en el vientre grávido
En el otro latir de la inocencia
En el ombligo largo que atan su piel
Contacto materno que espera a su hijo con paciencia.

Te veo en los libros desnudos sin cubierta
En sus párrafos viejos, en sus letras canas
En la joroba de la columna de mi cuaderno
Y en los pergaminos arteriosos que vierten sangre
En sus hojas desgastadas.

Te veo en cristalino cuerpo de mi fe
En la cascareada forma de mi alma,
En el sueño que despierta vagabundo
En la esperanza que fenece en la calma.

Te veo sin mis ojos
Ya son parte del vino añejo con que tú preparaste el mundo,
Ya son esencia de tu esencia, volvieron a tierra, a su semejanza
Ahora te veo solo con las raíces de mi espíritu,
Mi vista agotada, cegada e inútil solo se aferra a la esperanza.

Te noto en el viento trotando en el aire,
Dándole cuerda al mundo egoísta
Que tú creaste….

Gracias a ti Dios… por erigir la vida duradera que el mismo humano convierte en una ilusión tácita…

ATTE. el hombre de las mil palabras