Venís

Descalza, siempre avanzando.
Con tus infinitas piernas,
labradas estilo Bernini;
tocan suelo y nuca cielo.

Tu andar pausado,
apura mi libido.
Tu desidia por impresionar,
inquieta al diablo.

Descalza, avasallándolo todo.
Impecables pies
de ninfa inmaculada;
rozan averno y nunca firmamento.

Tu desfilar aplomado,
devela pecaminosas miradas.
Acá donde nadie es santo,
en este edén inventado.