Todo sabe a muerte . Laura Vasques
poema de Carlos Torres
Alcanzó su ritmo y arrimó su hombro
él miró un momento con ojos de escombro.
Nada puede hacer sino certificar su destino
y en un alto del camino se entrega por última vez.
El llorar curioso de apropiado llanto
de quejido propio de lo que ha quebrado
de gritar profundo en un eco usado.
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