¡EXISTE!

Porque ayer lo vi en ellos reflejado,
he de admitir que el gran amor, existe.

No ese de quita y pon,
no el de convenio y cambalache,
no el que sólo satisface la pasión,
no el que se ofrece adormecido,
no el que se da por compasión,
no el que se ofrece inmerecido,
no el que es fruto de una loca decisión,
ni el que se dio en un momento mal vivido.

Sí, yo que fui incrédulo,
me veo obligado a reconocer,
que el AMOR, con mayúsculas,
el verdadero y gran amor, existe.

Porque yo no vi en él coveniencia,
sino comprensión, ayuda y ternura.
Porque su gran pasión
era compartir los días
que alegran sus miradas de esperanza.
Porque su gesto amoroso,
su delicadas caricias, valen
más que todos los ramos
que de rojas rosas se pudieren ofrecer.
Porque su solicita ayuda,
ante la inevitable torpeza
de sus débiles ramas
que penden de sus troncos,
vale más que todas las felicitaciones
que en el mundo se pudieren prodigar.
Porque vale más que todas las palabras.
Porque en la beatífica complacencia de sus almas,
se sienten: reconocidas,
queridas y amadas.
Porque el amor reina sobre ellas.
¡Claro que existe! - Ayer lo vi.