Cap 1

poema de k.J

Puede ser que Marta no lo entienda, pero en algún lugar hay una vela con su esencia, alumbrando un camino perdido entre sus divergencias.

Es probable que ella ya lo sepa, bien podríamos suponer que ella ya lo sabe y lo usa para jugar.

¿Para jugar?

Sí claro, ¿O no lo sabés? ¿Es el caso de que no juegas tú también?

Pues creo que sí, sí juego.
Sin embargo eso no quiere decir que ella juegue.

De que juega, juega; aunque no lo sepa ella está adentro del juego.

Claro, claro.

Acerco mi copa para brindar pero el Joven está distraído, consumido en un pensamiento que le quita la paz. Puedo notar como los músculos de su mandíbula se tensan poco a poco, como cada ligamento toma su posición y se dispone a realizar su aparición en la cara del jóven.

Respira jóven, nada es para siempre.

Y como un látigo voltea hacia mí, puedo ver qué no logra enfocarme y le soy algo distante, me ve con ojos de incertidumbre como si yo no existiese. Sus ojos se llenan de frustración.

Calma hombre, calma.
No hay de que temer, todo está bien.

Yo sé, yo sé, ¿No parecía?

Pues hombre, que te has ido y no parecidas regresar. Comento con acento de Español.

El joven ríe, sus ojos se reflejan y sus hombros se notan más caídos. Su sonrisa aparece nuevamente.
El joven se apresura a reafirmar su bienestar. Él no comprende que eso no es necesario; yo he estado ahí.

¿Crees que algún día Marta esté conmigo?

¿Contigo? ¿De qué hablas si Marta está contigo?

Bien sabes que no es así, lo es pero no lo es así. Ella está ahí pero siempre como la puerta de la casa de verano, esa puerta que no se abre, que no se usa y probablemente no contenga nada.
Marta está aquí pero no me sirve y yo no le sirvo.

¿No sos feliz con ella?

Déjate de preguntas pendejas,
ya sabes que eso es el momento, no hay nada más que eso. Aquí, ahora, ya.

Suenas demandante, respondo en tono de broma. El joven se ríe.

El ambiente continua de alguna forma tenso y no logro encontrar el lugar adecuado para sentarme. Las sillas se sienten incómodas y el almohadón tiene alguna costura suelta o una aguja, de esas que la loca guarda en el almohadón cuando teje.
El joven sigue riendo ahora que se ha percatado que tengo veinte minutos de silla en silla.

¿Que te pasa hombre? Pregunta el Joven entre risas, casi incomprensible.

Vos sabés cómo es esto de las energías, le respondo. Lo cual hace que el joven no pueda parar de reír.

¿A qué hora vendrá Marta?

¿A qué hora? ¿Que es esa clase de pregunta?

Ya no te pongas filosófico, que ya me está dando un sueño y ocupo planchar la oreja.
A los pocos segundos que el Joven termina su oración, escuchamos a Marta y su carro. Suena dos veces la bocina para hacernos saber que está aquí.
El joven se adelanta a recibirla, para ser un niño corriendo que se abalanza sobre sus deseos.

Marta estaciona y no pierde tiempo en bajar, corre a los brazos del jóven en lo que parece una escena sacada de la escena más ridícula de Hollywood.
Se besan con pasión o desespero, se pueden oler a simple nariz como dejan un rastro de deseo.
En una fracción de segundo se han escapado de mi vista y lo más seguro es que estén en el baño. Me imagino que Marta no perderá tiempo y empujara contra la pared, le dará dos besos fuertes y luego se agachara, lo tomara con sus dos manos con firmeza; mientras lo mira a los ojos, lentamente acercando su lengua al miembro duro y lo mojarse con su saliva. Su técnica fácilmente volteara los ojos del Jóven hasta ponerlos blancos.
Es probable que El Joven descargue toda su escencia sobre la cara extasiada de Marta. Lo cual hará que Marta se venga y moje la alfombra del baño. Cuando esto pase Marta instintivamente agarrará al joven por el pene y hará que la penetre con los últimos segundos de dureza que puede tener el Joven luego de su descarga.
Marta dejara pasar unos minutos mientras el Joven se alista para un segundo asalto. Aunque su impaciencia y calentura la llevan a masturbarse con sus dedos mientras el Joven la mira. Marta piensa que ella tiene algo de exibicionista y le excita que la miren mientras se toca y gime. No puede para de gemir aunque se escuchen sus gritos hasta en la sala.

Comentarios & Opiniones

Aldebarán

Verso de expresión del sentir... Saludos

Critica: 
k.J

Gracias por leer

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