Arrastrarse

Cómo ante ti no me voy a arrastrar si antes de conocerte por solitarios parajes solía como un loco deambular, entre ratones rabiosos y serpientes venenosas solía ver mis días sin alguna esperanza pasar y entonces llegaste y los colores opacos comenzaron a brillar, los pájaros que antes estaban ahogados con plomo en sus gargantas volvieron a cantar, volvieron a florecer las flores que se habían comenzado por el veneno de la soledad a marchitar, llegaste y luego a otro nido te decidiste a tus plumas posar, elegiste un camino por el cual este perdido nunca podrá caminar, dejaste este jardín sin ninguna gota con la que las rosas que plantaste poder regar, y en esta miseria miro al reloj y veo que el mañana nunca termina por llegar y que pasan las noches y los días y aún así tu rostro de mi corazón no logro borrar, incluso en las noches en las que siento al invierno su rostro asomar ruego en algún momento las risas y las miradas entre las que me perdí poder de una vez por todas olvidar