Aguante
poema de Josele
Es la única razón por la cual merece la pena
aguantar los insultos
y no matar.
Pero es necesario seguir cada día
acercándose al horizonte
en busca de un verso
capaz de destrozar cualquier instinto.
Olvidar las miserias,
hacer una pira que consiga alumbrar
la más recóndita de las cavidades.
Escudriñar a Garcilaso
para ver si al menos cala un segundo
y todo se transforma
en algo más que una egloga.




