Soneto XIII
poema de Conde Waldstein
Para María Dolores Menéndez López
Soneto XIII
El sol buscó un crepúsculo callado
Detrás de las montañas y cordales,
Las luces, las estrellas celestiales
Que al orto dan, desde su principado.
El oro fue en los mares reflejado
Y el vuelo alzaste, yendo a los cristales,
Del alba, cuyos brillos celestiales
Ardieron en un cielo despejado.
El árbol deshojado de tu risa
Las noches desnudaron sin apuro,
Las horas, las auroras y la brisa.
Desnuda pudo verte el aire puro,
Errante voladora tu sonrisa
Donde cayó, a la noche, un sol oscuro.
2005 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Las campanas de la muerte”
Primera parte: "Los arqueros del alba"
Comentarios & Opiniones
Excelente soneto profesor
todo un honor leerle
Saludos de Venezuela
MANUEL
Dulces versos que se disfrutan de forma mágica
"Desnuda pudo verte el aire puro,
Errante voladora tu sonrisa
Donde cayó, a la noche, un sol oscuro."...
Saludos cordiales
Sonoro soneto profe, es un maestro de este estilo, reciba mi admiración. Felicitaciones y estrellas para su pluma.
Muchas gracias, siempre me gusta que la poesía propenda a la musicalidad
Su poesía es pura y cristalina,su musicalidad y estructura son un gozo para mis sentidos,su arte es toda una inspiración para mis futuros versos.Salud,es usted un gran poeta.