Sal Y Misterio

poema de Juan Oriental

Será verdad que el Mar ansía
conquistar toda la Tierra.

Y quién dijo que el Mar se resigna
a lo que flota.

Será por desamorado el Mar, que Dios
le impuso al acariciar eternamente.

Será que el Mar no deja de hablar
cuando le hablo, porque todo lo sabe.

Por qué se vuelve tan violento el Mar,
si luego se arrepiente.

Y de las almas por el Mar cobradas,
será su paradero lo que intenta
revelarme al oído la caracola muerta.

Y será cierto que esas almas
componen la corte de Alfonsina,
la poetisa soberana.