1792

poema de j.ll.folch

1792

Escribimos del silencio
y no sabemos nada,
en donde se halla la primera huella
y en donde se halla el horizonte,
mas hablan de un mañana
en su canto las sirenas,
mientras el futuro,
terminará en un presente
normalmente aborrecido,
un presente embrutecido
por esa humana presencia miserable,
mientras saludamos el nuevo día
como si fuera muna bendición
Divina, una bendición
que debemos agradecer
de alguna manera, antes de recoger
los frutos que prometieron germinar
de la simiente,
y que hoy su ausencia evidencian un erial,
esa desolación controlada,
la ausencia domesticada,
la ausencia impuesta
por aquel que se autoproclama
libertador de la idea,
y sepulturero de la esperanza,
aquel que junto a nuestros progenitores
sembró campos de odio,
con las minas de la muerte,
sobre las cuales florecen
cruces de dolor,
bajo las sombras de las banderas,
hijas de los sentimientos desbordados,
y de viscerales dogmas mezquinos, si...
el opio del pueblo,
el pecado original, el sello indiscutible
de la naturaleza humana.

Luego te dirán... que la omnipresencia
del profeta, evidencia la existencia
de un ente superior, ese ser inmaterial,
morador en el limite del horizonte
de sucesos, de un agujero negro,
allí donde se excluye la existencia,
y se incluye la masiva presencia
de las almas en desuso.

20/4/19 j.ll.folch

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Comentarios & Opiniones

Silvia

Un gusto leer! saludos cordiales y feliz día!.

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j.ll.folch

Gracias Silvia, un cordial saludo.

Critica: 
j.ll.folch

Penny, un placer tenerte entre mis versos, mi agradecimiento por tu elaborado análisis el cual comparto plenamente. Recibe mi más cordial saludo.

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