Mil noches

poema de Josma

Mil noches lo había extrañado, su ojos, sus manos, sus labios, su aroma. Esa noche era diferente, lo tenía allí, frente a mi, sonriendo, deslumbrando como siempre con ese brillo, cantando, de la manera en que solo él podía hacerlo.
Sus manos recorriendo mi cuerpo, sus labios cubriendo de besos cada centímetro de mi piel, su cuerpo caliente encajando con el mio, alumbrados por una tenue luz.
Yo había dejado de ser terrenal, estaba en el maldito espacio, me hizo la mujer más feliz, podría decir que jamás volveré a sentir tan apasionados besos y corresponderlos era la misma gloria.
Lo vi dormido, como un niño, pude velar su sueño, estaba más segura que de costumbre, que lo amo como a nadie y no había vuelta atrás, era suya por completo y me fascina la idea de serlo.