Hermosa tragedia de amor

Vienes a mi mente en pequeños instantes entre melodias de nuestro álbum favorito, supongo cuando las escuchas me recuerdas aunque sea por un segundo. Tú sigues siendo un desastre, yo trato de olvidar tu aura que nunca me abandona en la oscuridad. Aunque no somos un par de extraños trato de no mirarte a los ojos mientras pasas por mi lado, pero es imposible sacar de mi mente aquella dulce mirada que me achantaba en cada coqueteo en las noches frías en las que me encontraba a tu lado.

Han sido días recordándote, cuando consigo sacarte de mi mente, cuando sostengo la mano de otra persona, en el momento que deje de escuchar nuestras hermosas melodías y puse mi mirada en alguna otra parte, llegas y tomas mi mano, pasas tu dedo por mi pecho apuntando al corazón, bajas por mi abdomen y sostengo tu mano apartándola de mí, me encuentro con tu mirada, aquella dulce mirada que quería olvidar simplemente me paraliza, me estremece, me pone en un estado débil el brillo de tus ojos y mi sonrisa simplemente corresponde a la tuya, te acercas a mí y estando muy cerca de mis labios cierras los ojos, en ese instante pregunto inocentemente si lo que buscas conmigo es un juego retorcido en el cual siempre voy a ser el perdedor, sonríes, tus labios húmedos tocan los míos, aquel roce simplemente me hace perder el control.

Pienso que somos dos afortunados, pienso que quizá seré aquel Romeo que podrá darte la linda historia de amor que suena en tus canciones favoritas, pero me doy cuenta que esto es solo una hermosa tragedia de amor. Me abrazas, me siento muy confundido mientras las multitudes merodean y los lobos están mordiendo mis piernas para alejarme de ti. Pero no son ellos quienes me alejan de ti, te vas sin decir una palabra y simplemente desapareces en la oscuridad con alguien más. Sigues siendo aquel tornado que arrebata y destruye todo a su paso sin remordimiento, mientras yo pienso en ti y en este amor fugaz que regresa en cada eclipse total de luna.