El zorro y el perro

poema de Jesús MA

Un día salió presto a cazar
un astuto zorro y hambriento
para poder el diente hincar
no tener en la presa miramiento.
Vio un rebaño de corderitos
que los cuidaba un perro pastor
hacia ellos que se fue derechito
sin importarle apenas su cuidador.
Trató de distraer al vigilante
arrimándose al corderito
fingió acariciar por delante
jugando con él un ratito.
Llegó el perro guardián y le dijo:
Qué estás haciendo tú aquí?
A lo que el sibilino zorro dijo:
Estaba jugando con el pequeñin.
El perro guardián se alertó:
Será mejor que te vayas
si no quieres que juegue
y te muestre mis caricias.
El zorro tuvo que desistir
y marcharse por donde vino
no tuvo otra opción que huir
y no poder afilar el colmillo.
A veces hay que tener cuidado
cuando hay intenciones ocultas
puedes tener muy mal resultado
si con tiempo no las previsualizas.
Si vienen con mala intención
aunque sea de forma disimulada
evitalo mejor a la menor ocasión
y tendrás la suerte afortunada.