Crónicas de un Adiós

poema de Jeremías

Mis labios, no conocían todo el peso que contenía un decir adiós

Sabía que dolía, pues tanta gente vi de negro, a la que los ojos les llovía, mientras tristes, se despedían de una vida.

El reloj no cesó, y el tiempo para mi también llegó. La oscuridad hecha seda me envolvió y mis mejillas, suerte de sendero para las gotas de una fría llovizna, triste y con gusto a mar.

Como de costumbre... las manecillas no hicieron la excepción de parar, y mucho menos las ganas de llorar, mas, con el ejemplo del tiempo, uno debe seguir recorriendo.

Te vas dando cuenta, al andar, que con soplos de cotidianeidad, la ausencia hace presencia, advirtiendo que los rituales de ayer tenían más integrantes que los de hoy.

Creo en Dios y en que éste teje el sino con sabiduría. Mas qué impaciente me parece el cielo, que tan pronto se lo llevó, se lo llevó a un rincón, tan alto, al qué sólo se accede desde el ayer, tal vez por eso siento, a la Luna brindando por un reencuentro, cada vez qué, memorioso, miro al cielo.

Porque se qué el recuerdo es escudo y es espada, en esta mi batalla ganada, es la fuerza que arraza, aquella barrera que con no verte más me amenaza.

Comentarios & Opiniones

Orlando Silva

Hermano Jeremías muy hermoso su poema de agradable lectura y una excelente reflexión, muy bueno, MUCHAS ESTRELLAS PARA TI AMIGO y un fuerte abrazo.

Critica: 
Jeremías

Orlando, amigo, gracias por comentar! Por el contrario, el placer es mío leerte. Un abrazo!

Critica: 
DECIMISTA

Excelente poema pleno de metáforas y nostálgicas imágenes. Te felicito Poeta Jeremías y te invito a visitar mi blog. Recibe mi saludo fraterno desde Venezuela y todas las estrellas para tu inspiración.

Critica: 
Viki

precioso poema y profundo gusto leerte. saludos.

Critica: