Recuerdos Que Nadie Ve

poema de Javier Licona

Crepúsculos enarbolados sin gracia bajo una laguna,
Nadie los ve, nadie los extraña, nadie los cela,
Olor criminal en serie que anclé sobre mis cienes,
De espuma dorada, de fuego celeste, de carros de agua.

Temblaron las ondas de pasto espiritual,
Callaron los secretos y se escondieron donde todos los veían,
Reflejos de lujuria se mecieron, se bebieron,
¿Quién soportaría la presión de sus soles?

Bañado en bochorno y arcos de lluvia,
Con traje rentado de carne y piel,
Pretendiendo con su magia desaparecer el mundo,
Y del mundo también.

Puritanas reencarnaciones auxiliando al amor,
Dejando vacío al ego, la ternura para luego,
Jamás se fue, se tomó de la mano de mis naipes,
Jugó con tréboles y corazones,
Mi espada intentando ser su almohada de arrullo,
Entre notas de distancia y fábula.

¿Qué será de esos tesoros?
Si nadie los ve, nadie los extraña y él aún la espera.

Comentarios & Opiniones

El poeta de la palabra

...poeta.. buenas metaforas en tus lineas...frases que dejan buenas reflexiones para la vida.."Temblaron las ondas de pasto espiritual,..sinceridad y nobleza en tus pensamientos..todas las estrellas,..te invito a pasar por mi muro..mil bendiciones..!

Critica: 
La Dama Azul

Vos logra adentrar a un mundo inundado de simbolismos que se reflejan en la profundidad de vuestra obra. Un gusto de lectura.
"Puritanas reencarnaciones auxiliando al amor,
Dejando vacío al ego, la ternura para luego"...
Reciba cordiales saludos.

Critica: 
Javier Licona

Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar, un saludo enorme. Nos estamos leyendo.

Critica: 
anabel Monaster Garci

somos espera...me ha gustado mucho tiene fuerza...un saludo

Critica: 
Eduardo Marquez

simplemente hermoso, el manejo de los símbolos y las metáforas en perfecto equilibrio, cosa que pocos poetas saben hacer, todas las estrellas para ti compañero, tienes mucho talento sigue regalándonos tus versos por favor

Critica: 
Javier Licona

Anabel y Eduardo, un saludo enorme, gracias por leer. ¡Buena vida!

Critica: 

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