Horario

poema de JAVO

Por la mañana anhelo tus labios,
bien sustituyen a este frío café,
para el medio día unos leves suspiros,
pero ahí pregunto ¡¿almuerzo, para qué?!.

Al merendar esa mirada de postre,
Así pospongo la hora del café,
y en la cena, canela tu piel que nutre
llevando a lo más excelso mi fe.

A eso cuando el sereno aparece,
es cuando más empeño tu aliento mujer,
y el colosal frío cuando amanece,
despierto sin la flor de tu piel pa´destejer.