LA DEPRESIÓN...

Es algo de lo que se ha oído,

se ha visto muy presente

a lo largo de esta marginada sociedad.

Pero es algo muy grave,

diagnóstico psiquiátrico-psicológico, para el afuera

eso es lo que ve,

lo que se dice.

Frustración,

ira,

pérdida,

cansancio,

melancolía,

tristeza,

abatimiento,

infelicidad

y hasta culpabilidad,

eso es lo que se ve

desde los ojos de quien la padece.

Es como un túnel sin salida,

donde todo es oscuro

y sea lo que sea que te digan,

parece que nadie está dispuesto a comprenderte.

Nadie lo siente como tú.

Decides dormir sin importar la hora,

porque sientes que te alejas del mundo,

creando uno paralelo,

donde eres más feliz.

Sientes que tu presencia o ausencia,

no cambiaría en nada

el funcionamiento de las cosas.

Y lloras por llorar,

esperando ese consuelo,

ese abrazo tan necesitado...

... que nunca llega.

Una vez me dije:

soy un equeco viviente,

un cuerpo caminante,

sólo un cuerpo.

La vida la dejé en otro sitio,

la vida me pidió casi a súplicas,

irse donde era feliz

y le dije que sí,

¿Cómo negarme a ello?.

Pero ahora sólo me queda un cuerpo,

éste...sin alma y sin vida,

éste... que pide un cambio,

pero que ya nadie oye.