Desencanto de oficio
poema de José Enrique
¡Picasso y Neruda se han suicidado!
Vieron que el mundo no prosperó,
al contrario, artistas y poetas vencidos
prefirieron el pan antes que el amor.
Es injusto este momento,
vi la luz cuando ella se apagó.
¡Quiero luchar y ser invencible!
Pero mis compañeros cantan otra canción.
¡Solo y olvidado entusiasmo se marchita!
El café y los cigarros
ni las maquinas, ni siquiera el sol
todo ha perdido su encanto.
Lagrimas caen en las piernas
de señoras del burdel de la calle Avinyó.
Comentarios & Opiniones
Lindo
Impactante esa combinacion entre literatura profunda y cotidianidad que dirige la atencion del lector al conjunto creativo de su obra, merecidamente exquisito. Saludos cordiales.
Saludo nuevo. ¿Decepcionado de muchos?
Los triunfos se consiguen con el fragor de combates y sobre osamentas de fracasos
Entonces sígueme y vive también para contarlo. Hasta nuevo poema.