Como si la muerte

Te quiero como si la muerte hubiera herido tus ojos.
Como si el mar helara con espumas tus pestañas,
y dejara soledad en la franca arena.

Ahora se que eres feliz,
que alguien cubre de risas tus días
y protege tus noches con luz robada a los dioses.

Pero nadie conoce mi forma de amar:
amo con desespero,
amo con la inmediata angustia de perder.

Lo extraño, lo que siempre encuentro,
es un adiós inacabable,
como un pájaro de varios picos que cantara sólo en las auroras amargas
como si fuera la muerte que hubiera herido de súbito a mis ojos.

Un dulce y temeroso perfume llegaba entonces a envolverme.
Y caían los días.