Costa de Oro
poema de Dana Paz
El sonido que me invita al llamado de mi tribu, caracoles y tambores concuerdan con los sabores de una tierra prometida llena de muchos colores.
El olor a coco nunca puede faltar, es el aroma primero de esta tierra tropical, las mujeres lo destilan, en su piel tostada está, porque desde muy pequeña en la playa juega ya.
Cuando la morena entra en su edad primaveral, por mucho que la retengan, su cuerpo no puede parar, al sonido que la invita a los santos adorar.
Comentarios & Opiniones
Interesante y muy cierto. Es el llamado del paisaje tropical al nivel del mar. La santería tiene pleno dominio sobre sus creyentes al son de tambores y frenesí de los cuerpos, su ambiente de la magia pretérita. El natural afrodisiaco.
Saludo cordial