Horas negras

HORAS NEGRAS

Ataviadas de luto van las horas silentes,
de chanell y mantilla y de lágrimas largas;
ese llanto a raudales que provee de fuentes,
con la firme encomienda de acentuarles lo amargas.

Y en su duelo se instalan en fatídicas mentes,
maniobrando a tal punto que provocan descargas,
es quizá “soledad” o sus muchas corrientes,
pero vuelve a sus presas unas simples botargas.

Horas mustias, raídas, masacrantes al alma,
que secuestran la vida, que se beben tu calma,
de actitud clandestina que dispara a matar.

Horas vagas y atletas que confunden el orden,
es la vida que escurre provocando que engorden,
esos miedos virales que acostumbran llegar.

Gema Sánchez
Derechos reservados
México.