Sublimación.

Cada mañana despierto con un panal de avispas en el vientre,
con cera hirviendo en la memoria.
(Lo estancado, lo que nunca alcanzo de ello).
Trueno mis pies, con el corazón a chorros,
los elevo,
siempre,
siempre un poco más
y mis neuronas sueltan oscuros desfiles.

Ahí van los besos que solo yo di,
el sexo que hiela, que arde,
las mentiras que apliqué en mis venas,
el ocaso de mi esfera blanca,
los carros alegóricos del reproche, del reproche por haberlo creído,
tan tonto, tan necesito que me quieran, tanto amor a la deriva.

Corro, los días pasan, las lunas ruedan.
Corro, junto a mis deseos,
junto a mis acciones no posibles.
El hielo del miedo se evapora,
el tigre en mis glóbulos se acuesta.

Pasan los pinos,
sube la arcilla.

Diario me armo un duelo,
diario un peso de mármol me oprime las entrañas,
pero corro, huyo
y mi indiferencia está a un paso,
a otro paso más cerca
de encontrarse conmigo.

Comentarios & Opiniones

Leonardo Sarmhi.

Hermosas letras...como para sublimar, lo que escribes con tanta pasión y estética, con un fondo y forma que describe el imperio de tu pluma...Es un placer tener frente a mis ojos tan bello arte y que generosamente nos compartes...Recibe mis saludos.

Critica: 
Leonardo Sarmhi.

...y abrazos fortísimos estimado Gabriel...Apreciado amigo poeta..!!!!

Critica: 
Gabriel Corona

Muchísimas gracias mi querido Leo. Es muy bello leer que a alguien le llega a gustar lo que hago, me hace querer seguir en esto, que lo hago con todo el corazón. Un abrazo amigo poeta.

Critica: